REVIEW: "First Love (2019)" By: Hikari

Toca reseña nueva y nuestra gurú del cine japonés Hikari nos trae "First Love", la nueva obra de Takashi Miike que amenaza con reventar todo a su paso con su peculiar y macabra forma de ver el primer amor. Estreno en cines de España el 13 de Marzo por Barton Films

Probablemente 2019 fue un año feliz para los más devotos de Takashi Miike. "First Love" supuso tras años de espera, el gran reencuentro con la esencia más canalla del cineasta. Es también su primera película de "romance" y la primera en la que el autor
que una vez obligó al público a apartar la mirada de la pantalla (yo no pude con escena de tortura en "Audition" aunque parece que para la mayoría fue "Ichi the killer" la que se llevó la palma), consiguió crear el perfecto festival del horror que nos hizo reír a carcajadas. Pero Miike nos dijo que esto era un romance y no queremos llevarle la contraria, así que trataremos de explicarlo todo como la historia de una noche de locura protagonizada por un triángulo amoroso de lo más singular. Por un lado tenemos a Leo, el chico boxeador (magnífico Masataka Kubota al que muchos recordarán como Kaneki en "Tokyo Ghoul"), enfrentando el límite de su propia existencia, no dudará en defender a su primer amor a puñetazo limpio. Tenemos a Mónica, su enamorada (interpretación convincente para la debutante Konishi Sakurako), la adicta sumergida en un pozo de escoria que desprende toneladas de pureza e inocencia tras su mirada de cachorrillo asustado, y finalmente el tercero en discordia, es decir, la yakuza, la mafia china y la policía. Tanta gente se vino aquí para incordiar a los enamorados que no pretenderemos que no se note.

Cada uno de estos personajes tiene alma propia, y todos juntos se unirán para formar el engranaje perfecto que una vez se pone en marcha ya no hay quien lo pare. La película podría ser eso que se ha dado en llamar "una obra coral" (aunque compitiendo por ver quién da la nota más discordante) y realmente algunos personajes son tan buenos que cuando los dejas ir, casi lamentas que no hubiesen sido protagonistas de su propia película. Especial mención merecen el de Ōtomo, al que da vida Nao Omori (que más se puede pedir), es el hombre que eligió un mal día para ejercer de poli corrupto.  El mafioso Kase (inspiradísimo Shota Sometani) escarbando en la tragedia con alegría, y sobre todo la tarada Julie, a cargo de una Becky, hasta ese momento sin grandes logros cinematográficos en su haber y que parece haber sido el personaje más celebrado por el público. Los familiarizados con la escena japonesa seguramente conocerán a Becky por ser una gran estrella del entretenimiento televisivo que por 2016 cayó en desgracia después de que trascendiera a los medios su relación con un músico casado. La chica fue apartada de proyectos, fue humillada públicamente durante meses y acabó con una demanda por valor de 500 millones de yenes que una docena de empresas de las que era imagen le reclamaron en concepto de daños y perjuicios. Después vimos a los medios asegurar que la actriz se había visto obligada a vender hasta sus enseres personales para afrontar el pago, y el público lo celebraba. Miike sabía perfectamente como de incómodo sería el recuerdo que acudiría a la cabeza del espectador promedio japonés cuando la eligió para dar épica a su personaje más desquiciado, la obsesionada por consumar su venganza mientras rezuma un aura de locura. Y mirando un poco más allá del contenido propio de la película, probablemente esta elección represente la mejor y más lograda "broma macabra" de todo el film y la que en última instancia, estaría llamada a perdurar en el inconsciente colectivo.

Para concluir, señalar (hay que reconocerlo de una vez) que el guion no es gran cosa, pero nadie echará en falta uno mejor. La película se mueve en base a sus personajes y funciona esencialmente como puro género yakuza narrado a modo de comedia negra. Consigue lo que se propone y pocos peros se le pueden poner. Engancha y divierte como pocas. Eso no significa que nos tomaran el pelo con lo del romance. La promesa del primer amor es sólida y podría asegurar que la relación que veremos nacer entre Leo y Mónica, respira más verdad que toneladas de melodramas almibarados y llenos de alardes sentimentales con los que se cocinan muchas obras populares. Esta vez, también supimos de nuestra falta de escrúpulos para reírnos con los mayores esperpentos y las mayores salvajadas. Otras cosas habría que tomarlas en serio y Miike ha sabido dejar constancia.

TRAILER