REVIEW: "The Blue Bird (2008)" By Hikari

Toca reseña nueva y nuestra gurú del cine japonés Hikari nos trae una cinta para la reflexión personal. Cinta dura, dramática y con denuncia social incluida, sobre la espeluznante vida de un joven que sufre bullying.

El tema del acoso escolar está tan explorado en miles de obras que probablemente la mayoría va despachándolo con cierto cansancio unido a la profunda convicción de que ya es del todo imposible encontrar algo nuevo. Este cansancio probablemente se multiplica entre los que somos entusiastas de la ficción japonesa . Aquí ya nos hemos acostumbrado a verlo aparecer tantas veces y de tantas formas distintas que acabamos sintiendo la tentación de pensar si no habría que etiquetarlo por fin como género propio. La cuestión tendría hasta guasa si no fuera porque con toda seguridad, cada día y en cada centro escolar del mundo real (y no me estoy refiriendo únicamente a los japoneses) se esconden chavales a los que se les encoge el alma cada vez que cruzan el umbral de su escuela, junto a otros que en el mejor de los casos, irán despachando cada fechoría a base de disculpas forzadas mientras esperan su siguiente oportunidad.

"The Blue Bird", adaptación de la novela de Kiyoshi Shigematsu y dirigida por Kenji Nakanishi ("Samurai rock"/"After de flowers") propone que reflexionemos un poco más sobre todo lo que significa el acoso. Para ello situará la historia un año después de los sucesos que llevaron a Noguchi a un intento de suicidio y la situará bajo la perspectiva de los acosadores que en el momento presente y con Noguchi ya transferido a otro centro, disfrutan de sus vidas como si nunca hubiera pasado nada.

El encargado de significarlo todo será un nuevo profesor que hará las veces de héroe alterando
esta bonita fiesta de auto complacencia a base de ir sacando contra viento y marea a todo el
mundo fuera de su zona de confort. Y dado su peso en la obra, ya siento decir que este
personaje me pareció el eslabón más débil. Hiroshi Abe es uno de los actores más queridos por
el público dentro de la escena japonesa. El veterano actor es conocido por su carisma y su
versatilidad y generalmente ofrece actuaciones muy sólidas pero diría que en esta ocasión,
entre el tono excesivamente paternalista que emplea junto a ciertos recursos narrativos
empeñados en subrayar obviedades, acaba por dibujar un personaje que en mi opinión a ratos
rozó lo cargante.

En todo lo demás el film acierta. Lo hace al dibujar la adolescencia como ese espacio de
fascinantes e infinitas posibilidades al que todo chaval tiene derecho y es necesario preservar, y
acierta a al plantear una situación de acoso que sin llega a ser sutil, si está alejada de ciertas
evidencias que obligan al espectador a admitir que es perfectamente posible dañar
profundamente a una persona sin usar ningún tipo de violencia explícita, y es que frente a las
excusas de los implicados tipo "yo solo hice esto o aquello" encontramos difícil ignorar el hecho
de alguien que se vale de su condición de superioridad frente a otro (y nuestro Noguchi era una
persona vulnerable, con un enorme complejo de inferioridad frente a todos) para humillarlo y
doblegar su voluntad, no importa como se haga, eso es acoso.

También veremos perfectamente significadas a las figuras de autoridad, profesores y padres de
alumnos, actuando como cómplices necesarios en su empeño por evadir la propia
responsabilidad. Todo este conjunto dará la bienvenida a quienes nos supusimos espectadores distantes en una perspectiva cultural ajena para encontrarnos con la misma escoria con la que convivimos en nuestras propias escuelas. Sin duda, donde más brilla la película es en cumplir con el objetivo por la que sin duda fue creada y es el de obligarnos a reflexionar sobre como las consecuencias de nuestros actos perduran en el tiempo. La espléndida interpretación de Kanata Hongo encarnando al antiguo y único amigo del acosado resulta el marco perfecto para analizar ese tiempo posterior a los hechos, un tiempo en el que ya se asumió la responsabilidad y se pagó el peaje correspondiente y en el que toca preguntarse sobre el derecho al olvido, sobre si como acosadores merecemos la oportunidad de poder pasar página para evitar arruinar nuestras propias vidas o si por contra se ha de cargar eternamente el lastre del daño cometido. La película tiene su propia respuesta.

TRAILER