REVIEW: Harshit (2018) Dirigida por Dhruva Harsh -Cortometraje-
Sin duda alguna, una de las mayores ilusiones y emociones que tengo desde que inicié con esta aventura llamada "Cine Made in Asia" es no solo transmitir mi pasión por el cine asiático sino aprender de él, en todas sus variaciones y formas, embriagarme de su encanto. Reconforta cuando en esa búsqueda de constante aprendizaje, pues no somos más que meros aficionados a un cine que se compone de miles de raíces, llega en forma de ver pequeñas joyas ocultas que sueles escuchar hablar de ellas pero nunca tienes la oportunidad de poder disfrutarlas, hasta que se te abre la puerta gracias a su director Dhruva Harsh y Surabhi Bhattacharjee que te hacen llegar a algo tan único como "Harshit", un corto del que mucho pudimos leer pues se presentó en un sinfín de festivales donde se ganó tanto al público, crítica y jurado convirtiéndolo en uno de los más interesantes de 2018 provenientes de Asia. Por fin lo hemos podido apreciar.
"Harshit" es un cortometraje escrito y dirigido por Dhruva Harsh, cineasta y dramaturgo indio que ha aprendido a realizar cine desde sus entrañas. En el transcurso de su carrera, ha realizado varias obras como "The Burning Instinct", "Che - a Romantic Revolutionary" o "Cigarette and Shakespeare" donde, como si de una acción poética se tratase, nos adentra en un fenómeno literario y artístico muy característico propio de él y con "Harshit" no iba a ser menos, literalmente nos adentra en el mundo de "The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark" recogiendo el testigo del propio William Shakespeare para trasladarnos a Mumbai, con todo el simbolismo que ello conlleva adaptando así su historia a la cultura India y mostrarnos la más triste y trágica historia de dos enamorados en unos tiempos donde el amor no importa ¿O si?
En "Harshit" nos encontramos con dos dulces enamorados dispuestos a darlo todo el uno por el otro. Satyajeet Dubey bien podría ser "Hamlet", un joven hindú con sueños de aspirar a algo más en la vida que no sea fumar cigarros en las sucias azoteas de su ciudad acompañado de sus amigos, por otro lado Diksha Juneja que interpreta a Rahila, una joven musulmana atascada en un vida que no desea y quien solo sueña con poder algún día casarse y tener un futuro esperanzador, cosa que se tercia complicada dado que por la religión de ambos su amor trae consigo desesperación, tragedia y odio a consecuencia del rechazo de los demás. Aquí el director nos adentra en una historia profunda, directa e incluso con denuncia social donde da cabida a explorar temas como la traición, la venganza, el incesto y la corrupción moral acompañado todo ello de un desarrollo fluido, de atmósfera tensa y belleza visual que consiguen que sus 25 minutos se pasen en un suspiro. Contiene todos los elementos de la obra de Shakespeare, pero con una vuelta de tuerca para retratar el conflicto étnico y religioso entre hindúes y musulmanes en la India y crear con ello una historia que va directo al corazón, sumamente emocional y por desgracia más que posiblemente real. Resulta sencillo empatizar con sus protagonistas, absolutamente todos ellos, pues saben mostrar a la perfección el impacto que una historia así requiere y adentrar así al espectador a sufrir las consecuencias del desafortunado flechazo de cupido ante esta trágica historia de amor que no hace sino más reivindicar tan bello sentimiento por encima de todo, porque como dijo el propio William Shakespeare; "¡Oh, amor poderoso! Que a veces hace de una bestia hombre, y otras, de un hombre una bestia".
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