Este viernes 8 de Febrero se estrenó "Back Street Girls: Gokudolls (2019)", posiblemente el gran estreno de la semana en Japón y desde allí recién salidito del horno nuestro colaborador Don Fernando DelMontre desde tierras niponas nos envía la esperada crítica del film.
"Unos jovencitos yakuzas, muy machotes y orgullosos ellos, la fastidian y son obligados a elegir la muerte o triunfar como idols. Fui a verla sin haber visto previamente el anime de Netflix y lo que según el trailer parecía una versión delirante de "La piel que habito", termina siendo mucho más contenida de lo que me imaginaba, pero para bien. Va como un tiro, está resuelta del carajo para los medios que tiene y rezuma amor profundo por el cine yakuza. Por momentos parece como si aquel Takashi Miike de los primeros dosmiles hubiera vuelto a aquella frescura perdida solo recuperada en "Yakuza Apocalipsis". Pero no es una peli del Miike y en eso también salimos ganando, porque se nota que su director, Keinosuke Hara, se ha tomado en serio la planificación de escenas y hace un recorrido por la historia del cine yakuza de la Toei homenajeando en su realización desde el cine clásico con Ken Takakura(al que nombran) con peleas a sablazos perfectamente coreografiadas, pasando por las de "Battles Without Honor and Humanity" (que decoran un escenario en forma de botellas de sake) o el tono sucio de las explosión del v-cinema. Y, aunque parezca que va a ser una idol movie, no lo es, porque no es una peli de lucimiento de un grupo (son actrices conocidas de los tokus de la Toei) y no comparte elementos del cine de idols, solamente que sean idols es una excusa para explotar el conflicto de unos machirulos flipados por el código yakuza dentro de su condición forzada de chicas monas.
Todos los actores están enormes y, tanto los protas en versión masculina como las muchachas masculinizadas que se esfuerzan en ser femeninas están de querer abrazarlos muy fuerte a todos. Y lo pensaba mientras veía la película, que no sé a qué venía esa incomodidad de hombres encerrados en cuerpos de mujer, que se vayan a España, país de mujeres hipermasculinizadas, y vivan en armonía con sus iguales"
¿Sabes esa sensación de salir del cine tranquilito pero satisfecho?
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