¿Es el cine coreano el nuevo cine de Hong Kong?
Quizás la pregunta resulte retorcida pero al mismo tiempo refleja la intención de buscar ciertos paralelismos entre ambas cinematografías. Este artículo se basa en mi idea de la existencia de ciertos parecidos y matices entre ambas cinematografías intentando exponer así algunos puntos para apoyar la teoría. Lo cierto es que en estos tiempos que corren, el crecimiento del cine coreano coincide con el palpable bajón del cine hongkonés siendo al mismo tiempo interesante la linea trazada para dicho crecimiento que nos puede recordar la evolución generacional con la que en su día nos sorprendió la "nueva ola de Hong Kong".
No hay que mirar muy lejos estos últimos años para darnos cuenta de la influencia que la industria cinematográfica de Hong Kong ha tenido en el cine en todo el mundo. Ya desde los años 60 con la Shaw Brothers como pilar fundamental, el cine de Hong Kong siempre ha sido una fuente de ideas que hacían las delicias de los espectadores ya fuese enfocado al kung fu clásico y tradicional que pasando a través del tiempo y actualizándose con él dándole sentido a la palabra "innovación".
En el aspecto en el que quiero enfocar estas líneas será en lo que a mí me pilló un poco más cerca, la "nueva ola" que no es otra cosa que la consecuencia directa de la irrupción en la industria del cine de Hong Kong de artistas y realizadores provenientes en su mayoría del mundo de la televisión siguiendo así la estela de esa innovación dando una vuelta de tuerca a la forma de hacer y entender el cine.
Así pues, posiblemente todo comenzó con la figura de Yim Ho y su película "The Extra (1978)" protagonizada por James Yi que nos cuenta las peripecias en forma de comedia de un personaje con deseos de ser una gran estrella y que sin embargo acaba siendo un simple extra al que le persiguen los desastres gracias a sus aires de grandeza. Una cinta que marca un antes y después a la hora de plantear la realización de una película así como el desarrollo de una historia a más puro nivel humorístico, fórmula que posteriormente la compañía Cinema City & Films Co haría de su sello de identidad a partir de su fundación en 1980 bajo la mano de Raymond Wong, Karl Maka y Dean Shek.
Allen Fong, Alex Cheung, Patrick Tam o Ann Hui son otras de las figuras destacadas de este movimiento que cambió la forma de hacer y ver el cine, de esta última debemos destacar "The Secret (1979)", aquí Ann Hui nos mete en un thriller dramático que gira en torno a un caso de asesinato que se complica debido a las relaciones de la víctima con los principales sospechosos. Esta cinta que marca el debut de la directora, es un claro ejemplo de como las ideas del mundo de la televisión de donde ella provenía, influyó a la hora de realizar las nuevas ideas cinematográficas. Tras su debut aclamado tanto por público como crítica, llegaría la conocida "Trilogía de Vietnam" conformada por; "Boy From Vietnam (1978)", "The Story of Woo Viet (1981)" y "Boat People (1982)". Ann Hui introdujo a esta nueva forma de ver el cine problemas reales de una sociedad tan compleja como la china. Por otro lado destacar otra de las figuras más importantes y relevantes de la "nueva ola" como es Tsui Hark quien con su thriller sobrenatural con tintes de wuxia como fue "The Butterfly Murders (1979)" cambió la visión de lo antes conocido y puramente tradicional.
John Woo o Ringo Lam así como estrellas de la altura de Chow Yun Fat, Leslie Cheung, Simon Yam, Anthony Wong o Tony Leung son varias de las figuras que también tuvieron que ver en el cambio generacional, al mismo tiempo de dicha irrupción nació la denominada CatIII y los Heroic Bloodshed convirtiéndolo en conjunto en el conocido boom del cine de Hong Kong de los 80 y 90. Hoy en día, estrellas del cine de Hong Kong como Jackie Chan, Chow Yun Fat, Jet Li o Michelle Yeoh se han convertido en nombres muy familiares para todo cinéfilo dado que han encabezado los éxitos de muchas producciones de Hollywood, mientras que directores como John Woo, Tsui Hark, Ringo Lam o Wong Kar Wai han bebido las mieles del éxito y del fracaso del gran gigante del entretenimiento americano ganándose así al público de todo el mundo y creando una gran escuela.
Pese a ello, como dijo hace tan solo unos días el actor Anthony Wong sobre el cine "Made in Hong Kong", el brillo de la industria cinematográfica de Hong Kong se ha desvanecido un poco durante la última década. Quizás no le falte razón y quizás también culpa de ello lo tenga el considerable crecimiento del cine surcoreano quien parece que ahora quiere recoger el testigo.
Son muchos aficionados al cine de Hong Kong que siguieron apasionadamente el surgimiento de la «Nueva Ola de Hong Kong» durante los años ochenta y principios de los noventa y que ahora no ven en este cine esa chispa que le caracterizaba. Haciendo el intento de comparativa, esa chispa sea precisamente lo que les sobre en Corea del Sur. En algunos círculos, incluso se compara este preciso cambio en el cine de Corea del Sur con el nuevo boom de Hong Kong, cierto o no, la realidad es que esta cinematografía ya cuenta con su industria cinematográfica asentada en el escenario mundial, similar a cómo ocurrió con la "Nueva Ola de Hong Kong" que catapultó a la antigua colonia británica y su revolucionaria forma de hacer películas convirtiéndose así en el centro de atención internacional. Ahora, es Corea del Sur quienes parecen que han recogido el testigo.
Desde 1998, la industria cinematográfica local de Corea del Sur ha sufrido una notable transformación. Una nueva generación de cineastas coreanos revitalizaron la industria con audaces producciones de arte, acciones de gran presupuesto, dramas que provocan el pensamiento y sátiras subversivas, tal como fue el caso de la "nueva ola". Quizás debamos establecer así un comienzo a una nueva moda que posiblemente empezó con la irrupción de obras como "My Sassy Girl", "Shiri" o "Marriage Story".
Hay tres fechas importantes en la industria del cine coreano que pueden conformar su "Nueva Ola" personal. Posiblemente en el caso de Corea comenzó en 1980 cuando una nueva generación de jóvenes productores entraron en la industria cinematográfica, sus nuevos enfoques e ideas, al igual que sucediera en Hong Kong, tendría un efecto importante en el cine coreano y por extensión a toda su cinematografía.
Hay que decir que no fue fácil pues en pleno crecimiento, un cambio en la política levantó las restricciones a la importación de películas extranjeras y permitió a las compañías de Hollywood establecer sucursales en suelo coreano. Hasta ese momento, la proyección de películas de Hollywood o Hong Kong siempre había sido estrictamente controlada y limitada por el gobierno. Estas nuevas leyes significarían que, por primera vez, las películas coreanas tendrían que competir directamente con el producto de Hollywood lo cual llamó considerablemente la atención del público lo que a su vez supuso que el crecimiento del cine coreano en su propio país se viese completamente afectado. Así pues, no fue hasta 1992 cuando la película "Marriage Story" entró en escena que se comenzó con la primera piedra de lo que hoy es el gigante mundo del entretenimiento coreano.
Este film supuso ser la primera obra no financiada por el gobierno dado que en este caso fue la compañía Samsung la que se hizo cargo. La historia matrimonial dirigida por Kim Ui Seok, además también supuso la introducción de un nuevo género popular como la comedia en torno a la guerra de sexos. Este film cosechó grandes criticas y fue todo un éxito de taquilla, la inversión de Samsung, uno de los cinco principales conglomerados de Corea del Sur, fue más rentable de lo esperado y esto inició una nueva forma de realizar películas. Esto transformaría la estructura del negocio, introduciendo un sistema verticalmente integrado por el cual la financiación, la producción, la exhibición, la distribución y la venta en vídeo de las películas eran todas controladas por una sola compañía. Los llamados "chaebol" fue una gran inyección tanto económica como popular que dotaban a las producciones de mayor seguridad para competir directamente con otros mercados. Con el tiempo estos conglomerados incluyendo a Samsung, abandonaron la industria después de la crisis financiera de 1997, sin embargo, las grandes compañías como CJ, Orion Group y Lotte siguen siendo los más poderosos de la industria en la actualidad.
En segundo lugar, otro cambio muy significativo que conforma esta nueva ola coreana fue en 1999 con la irrupción de "Shiri" escrita y dirigida por Kang Je Gyu. "Swiri", título por el cual se la conoce en Corea, fue el primer blockbuster de gran presupuesto producido en la nueva industria cinematográfica coreana (es decir, después del gran auge económico de Corea a finales de los 90). Gran parte del estilo visual de la película comparte el del cine de acción de Hong Kong tan bien popularizado por John Woo, Tsui Hark o Ringo Lam dando así la clara muestra de la influencia de la "nueva ola de Hong Kong" al mismo tiempo de tomar ejemplo de la formula que tanto éxitos le dio haciendo que fuera el ritmo implacable de los artistas de la nueva generación quienes tomaran el mando.
"Shiri" también contenía una historia que se basa en el fuerte sentimiento nacional coreano basando así el dramatismo real de su propia nación, "Swiri" se refiere a un pez que se encuentra en los arroyos de agua dulce coreanos. En un punto Park tiene un monólogo en el que describe cómo las aguas de ambos Corea del Norte y Corea del Sur fluyen libremente juntos, y cómo los peces se pueden encontrar en cualquiera de las aguas sin saber a qué pertenece. Esto se vincula a las ambiciones de la película para ser la primera película de gran difusión para abordar directamente el tema aún espinoso de la reunificación coreana. Ese dramatismo y nuevo mensaje dedicado directamente a la mentalidad popular, fue la fórmula clave que la propia Ann Hui hizo en Hong Kong años antes, característica pilar de la "nueva ola".
En tercer lugar debemos destacar lo que supuso ser "My Sassy Girl". Si a la inyección económica que supuso "Marriage Story", le sumamos el mensaje reivindicativo hacia una sociedad como la coreana como sucedió con "Shiri", a la cinematografía coreana solo le faltaba hacerse notar fuera de su territorio para convertirse en un mercado puntero. Eso fue lo que "My Sassy Girl" introdujo. Esta comedia romántica dirigida por Kwak Jae Yong, se convirtió en la película coreana más popular y exportable de la historia. La película tuvo un gran éxito en Corea del Sur y fue la comedia coreana de mayor recaudación de todos los tiempos. Cuando "My Sassy Girl" fue lanzada en todo el este de Asia, se convirtió en un mega éxito de taquilla en toda la región, desde Japón, China, Taiwán a Hong Kong, así como el sudeste asiático y partes de Asia meridional hasta el punto de hacerle sombra a "Titanic".
Desde estas tres fechas clave el resto es historia, considerada como una de las cinematografías mas importantes a nivel mundial y que al día de hoy se mantiene y cada vez con mas peso. Films que encabezan listas de éxitos en Hollywood atrayendo nuevas fórmulas que hacen que algunas películas coreanas ya sean víctimas de los estudios de Hollywood por posibles y lucrativos derechos de remakes así como la presencia de su cultura en todos los rincones del mundo.
Una vez leída toda la exposición y algunas de las similitudes entre el comienzo de ambas olas, podemos observar ciertos parecidos que existen y el paralelismo en sus respectivos caminos. Ambos movimientos no solo produjeron un cambio en su cinematografía local sino que también en una sociedad tan convulsa y peculiar haciendo del cine un altavoz con un sinfines de mensajes que cada realizador quería darle al público ya fuese de forma reivindicativa, política o social y proyectando del mismo modo una imagen al exterior diferente a lo conocido, dado gracias al atractivo de estas producciones, constante movimiento de sus productos y el gran catálogo de obras realizadas anualmente, es un escaparate perfecto para llegar al público de todos los rincones del mundo que ven en el cine asiático una fuente de ideas difícil de superar. Para todos los gustos y de todos los colores, la riqueza y variedad de géneros así como de su cultura resulta un aliciente interesante para el espectador occidental.
En el caso del cine de Hong Kong durante mucho tiempo ha sido un pilar fundamental en la industria del cine mundial sólo superado por Bollywood y Hollywood siendo también de los mayores exportadores. Si bien es cierto que en occidente ya existía la fiebre por el kung fu gracias a la figura de Bruce Lee, la nueva y exótica forma de hacer cine dio como lugar a una mayor atención del mercado occidental hacia las películas hongkonesas, a esta situación se le llamó. "El boom de los años 80-90". Este boom fue la consecuencia directa del nuevo abanico de posibilidades que se abrió ante la nueva ola donde la variedad de esas ideas del cambio generacional y el interés en ir más allá de lo conocido, lo habitual y comercial, trajo tras de sí películas de categoría III, cine de acción, cine alternativo o de autor que también dio pie a lo que después se conoció como la "Segunda Ola". Enfocándonos en la primera, esto supuso todo una revolución artística, llegaron los efectos especiales, se añadió una mezcla y complementación ecléctica de géneros y llegó la introducción gubernamental del sistema de categorización de películas de Hong Kong en 1988, lo que suponía el fin de la censura. Todo esto ocasionó que los actuales realizadores diesen rienda suelta a todas sus ideas encontrando siempre a un público adecuado para la ocasión. La variedad de géneros que iban desde la comedias, gracias a los líderes del auge como Cinema City, a directores y productores como Tsui Hark y Wong Jing, figuras más influyentes de esta era, la gran popularidad de Jackie Chan, la moda hacia lo espantoso, lo tabú, el cine de explotación y de terror así como la fama del cine de acción y marcial con los Heroic Bloodshed por bandera, hicieron que el público mundial perdiese la cabeza creando una nueva tendencia popular y de culto seguida y amada durante los años siguientes.
El boom del cine coreano se podría decir que llegó cuando el de Hong Kong estaba dando sus últimos coletazos, casi como recogiendo el testigo, el éxito internacional vino de la mano de autores como Hong Sang Soo o Kim Ki Duk así como los más comerciales como Park Chan Wook, Kim Ji Woon y Bong Jong Ho, realizadores que en su país ya habían conseguido logros inimaginables dado que en Corea, las películas coreanas a raíz de todo lo que supuso la nueva ola no tienen rival y los éxitos en taquilla están garantizados. Se podrían contar con los dedos de las manos las ocasiones en las que una producción extranjera se impone a un producto local en la taquilla coreana. Tal es así que en todo 2016 deberíamos irnos al tercer puesto del ranking anual para encontrarnos con un título extranjero como el que más entradas vendidas tuvo, fue "Captain America: Civil War" con 8,677,249 de entradas y sería en el décimo lugar donde encontraríamos a "Doctor Strange" con 5,446,241 de entradas vendidas. El gran éxito del año en Corea fue "Train To Busan", también el gran éxito mundial a nivel comercial, solo en Corea tuvo 11,565,479 de entradas vendidas seguida de "A Violent Prosecutor" con 9,707,581.
Corea, un país con 50 millones de habitantes, puede presumir de haber puesto en su lista de éxitos películas sobrepasando la cifra de los 10 millones de espectadores, esto implica que uno de cada cinco personas tiene que asistir a ver la película y a "Train To Busan", que ha logrado esa cifra en el último año, hay que sumarle, comenzando hace 10 años, a "Silmido", "Taegugki", "The King and The Clown", "The Host", "Haeundae", "The Thieves", "Masquerade", "Miracle in Cell Nº7", "Veteran", "Assassination" y "Roaring Currents". Esto demuestra el gran poder del cine coreano dentro de su país así como sucediera con el cine de Hong Kong donde la audiencia local siempre había sido vital y se expandió llenando y distribuyendo en vídeo en sitios como Tailandia, Singapur, Malasia, Indonesia e incluso Taiwán haciéndole difícil las cosas al mercado americano. Y al igual que el cine de Hong Kong se propagó internacionalmente gracias al vídeo y los respectivos barrios chinos así como pequeños cines locales y el aumento de la expansión de la cultura china en el resto del mundo, es casualmente esta propagación en la cultura coreana y la corriente hallyu presente en el mundo entero a causa de la globalización y la era de internet, que ha hecho lo propio con esta cultura que crece a medida escribo estas palabras.
El cine coreano fue en 2002 cuando comenzase a pegar fuerte en el ámbito mundial. Se puede decir que empezó con "Oasis", la primera película coreana de esta nueva ola en ganar un reconocimiento internacional. Ganó el premio Speciale Per La Regia y el premio Marcello Mastroianni al mejor actor o actriz, éste fue el comienzo de un largo romance que dura al día de hoy entre el cine coreano y los mayores reconocimientos dando muestra de la importancia y presencia que ha adquirido hasta el día de hoy siendo como algo normal ver al cine coreano carreteando entre los mejores festivales, noticias de estrenos mundiales y listas de grandes éxitos. Tal y como sucedió años atrás con el cine de Hong Kong. Llegados a este punto...
¿Se puede decir que el cine surcoreano es el nuevo cine de Hong Kong?
no queda nada por decir
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